Reggio Emilia es una ciudad, al norte de Italia, de 167,678 habitantes (2009), que se ha hecho famosa en el mundo por su enfoque educativo (conocido internacionalmente como el Reggio Approach) para los niños de cero a seis años.
La aventura educativa de Reggio Emilia comienza, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando, en 1945, sobre todo algunos grupos de mujeres por medio de un trabajo cooperativo, construyen las primeras Escuelas Infantiles para niños de tres a seis años.
De un testimonio de ese año se puede leer, actualmente, un escrito en la famosa escuela de Cella: "Juntos, hombres y mujeres, hemos construido los muros de esta escuela, porque la queríamos nueva y diferente para nuestros hijos".
En 1963, el Ayuntamiento de Reggio Emilia, sin olvidar estos orígenes comunitarios, crea las primeras escuelas que hoy constituyen una red de 24 centros para niños y niñas de 3 a 6 años (de los cuales 4 son gestionados por cooperativas que tienen un convenio especial con la administración local y 26 centros para niños y niñas de 0 a 3 años (de los cuales 13 son cooperativas con convenios especiales).
Esta iniciativa es apoyada y guiada por Loris Malaguzzi (1920-1994) periodista y pedagogo italiano, que en los años siguientes impulsó la creación de escuelas infantiles. Dada la calidad y prestigio que alcanzaron estas escuelas, cuentan hasta el día de hoy con el apoyo del Municipio.
Reconocidos como centros de innovación y de inspiración a nivel mundial. Su filosofía ha inspirado muchísimas experiencias en países europeos, escandinavos y países como Corea, E.E.U.U. y en los últimos años en Centroamérica y América del Sur.
Recogiendo numerosos aportes de la pedagogía, filosofía, ciencias y arte, esta pedagogía desde su inicio, pone en su centro una imagen de niño y niña competente en la construcción de conocimiento y búsqueda permanente de significados, que se expresa a través de sus “cien lenguajes”. Este enfoque, considera que todos los niños y niñas tienen la capacidad, el potencial, la curiosidad y el interés por establecer relaciones e involucrarse en interacciones sociales, construyen sus aprendizajes desde sus particulares formas de ser, sentir y actuar, con diversos lenguajes y a partir de todo lo que el ambiente les brinda. Son por tanto generadores y portadores de cultura.
Con el aporte de muchos pensadores, educadores, artistas y científicos, las maestras, atelieristas, madres, padres y expertos, estas escuelas han llegado a constituirse en comunidades de investigación y aprendizaje, que construyen y re-construyen una pedagogía para la infancia la que se difunde a través de la asociación llamada Reggio Children.