Aunque todavía no se ha completado, es un lugar abierto, de modo que su potencial puede ser apreciado, disfrutado, imaginado; abierto a todas las edades, a las ideas, culturas diferentes, a la esperanza y la imaginación. Un lugar de lo posible, necesario y útil para el concepto de una ciudad que da valor al cambio.
En noviembre de 2007 comenzaron las obras de la segunda fase de renovación. Esto se ve con la terminación del edificio con un preescolar, los dos primeros años de escuela primaria y
un área de recepción, con restaurante y salas de recibimiento y bienvenida. No es solo el lugar de los lugares que se inspira en la experiencia educativa de Reggio, sino un lugar para mirar al futuro y dar significado a las dimensiones internacional y multicultural existentes desde su creación.
El Centro, como lo definió Loris Malaguzzi en su discurso en la Fundación Kohl "es un puerto, un lugar de intercambio, para los buques, para anclar en la noche y tomar provisiones. Pero sobretodo un lugar donde vienen a contar historias y escuchar... a través de narrar y escuchar cambiamos y crecemos".
El Observatorio es un lugar para escuchar al igual que nuestras escuelas, son ante todo lugares de escucha. Por ello, el Centro tiene la relatividad de los puntos de vista, de diálogo y por lo tanto de investigación como su valor primordial. |